Esta emplazada en las redondas de la laguna salada de Torrevieja,; la hacienda compaginó los aprovechamientos naturales (pastizales y barrilla) con una cada vez mayor dedicación al fomento de cosechas de cereal u olivo. Al igual que otros del entorno de colonización agrícola cobraría auge, en la segunda mitad del siglo XVIII, una vez el litoral se vio libre de las temidas incursiones del corso norteafricano.